Antes de explicarte cómo vitrificar el suelo, debemos hablarte de la utilidad que esto tiene en las superficies. Es que el uso cotidiano, el desplazamiento de muebles y personas o la utilización de productos de limpieza, restan brillo a las superficies y las dejan desprotegidas.
A causa de ello, es más fácil que se deterioren. Justamente para evitarlo, se usan técnicas como la vitrificación de suelos que vamos a detallarte a continuación.
¿Qué es la vitrificación de suelos?
Podemos definirla como una técnica de pulido y barnizado de suelos, cuyo fin es disminuir la porosidad de su superficie.
A su vez, con esto se dota al pavimento de una capa protectora que la cuida tanto del tráfico de personas y cosas como del polvo. Finalmente, también es antideslizante.
Con ello se logra que las posteriores labores de mantenimiento y limpieza de ese pavimento sean mucho más sencillas y eficaces. Por si esto fuera poco, los suelos quedan como “nuevos”, dando una apariencia mucho mejor a la estancia donde se encuentran.
Sin embargo, no todos los suelos pueden someterse a este tratamiento si se hace mecánicamente. Solo es apto para pavimentos de tipo calcáreo como los de mármol o granito (los de otra clase tienen que tratarse de forma manual)
Además, el procedimiento tiene que repetirse de forma periódica para conservar el suelo en perfectas condiciones.
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¿Cómo se vitrifica un suelo de parqué?
Para realizar el vitrificado de suelos, se utiliza una máquina rotativa que se aplica directamente al pavimiento combinada con determinados productos. También se conoce a este proceso como cristalizado, porque la superficie queda casi como un espejo.
Pero esta técnica, como te decíamos, no es válida para suelos de parqué. Eso no significa que tengan que estar oscurecidos o con su color original estropeado.
También estos pavimentos se deterioran y hay que cuidarlos para que vuelvan a brillar. Para ello, pueden aplicarse otras técnicas.
Concretamente, existen la cera y el vitrificante de parqué. Hasta no hace mucho, se usaba exclusivamente la primera, pero el segundo producto aporta varias ventajas interesantes.
El vitrificante es un barniz de tipo poliuretano que extiende sobre el parqué una película dura y semejante al vidrio. A su vez, puede ser opaco, semibrillante o brillante.
Su principal beneficio respecto a la cera, reside en que tiene más efecto protector frente al desgaste de los suelos. La cera deja un efecto muy bonito, pero desaparece pronto.
En cambio, el vitrificante es duradero, mucho más resistente y, como decimos, protege más el parqué. Ni siquiera otros tipos de barniz son igual de eficaces.
Ahora, queremos explicarte cómo vitrificar el suelo de parqué. Para hacerlo, en primer lugar, tienes que desconectar la calefacción radiante (si la tienes). De lo contrario, el calor no permitirá la vitrificación.
Los pasos que debes seguir son los siguientes:
Limpia el parqué
Lo primero que debes hacer es quitar el polvo y la suciedad del pavimiento. Además, asegúrate de si ha sido encerado o vitrificado anteriormente. Para saberlo, líjalo: si sale polvo, ya se ha vitrificado; en cambio, si solo mancha el papel, es que ha sido encerado.
Aplica un desencerador
Sigue las instrucciones del envase y luego quita las manchas del parqué. Luego asegúrate de que no haya clavos salientes. En caso afirmativo, clávalos bien para que no sobresalgan y sean un riesgo.
Lija bien el parqué
Como este procedimiento genera mucho polvo, cubre antes los rodapiés y radiadores; luego pon en la lijadora un disco de grado medio y pásala siempre en el sentido de las vetas de la madera (hazlo por pequeñas áreas y vete pasando de una a otra a medida que termines la anterior).
Para las esquinas, utiliza una lijadora triangular y cuando hayas acabado, pasa un aspirador para quitar el polvo y luego un paño humedecido en alcohol de quemar. Repite este proceso una segunda vez.
Prepara la madera
Aprovecha lo que estás haciendo para ver si el parqué tiene parásitos y, en caso afirmativo, extiende sobre él un insecticida con una brocha. Luego, endurece la madera. Este proceso consiste aplicarle un producto sellador para hacerla más impermeable.
No obstante, si se trata de madera de encina o de alguna exótica, es mejor que reemplaces ese producto por un imprimador. Sea uno u otro, échalo cerca de los rodapiés y luego extiéndelo en el sentido de las vetas de la madera con una brocha ancha.
Déjalo secar y luego frota la superficie con un estropajo de acero para que esté más adherente. Finalmente, retira el polvo.
Aplica el vitrificador
Para hacerlo, utiliza un rodillo, pero antes pasa una brocha espalter por los rodapiés. Inclina el rodillo de tal manera que forme un ángulo de quince o veinte grados con el suelo.
Para mayor comodidad, puedes usar un mango telescópico. Ahora extiende bien el producto, sobre todo en las juntas de las lamas y hazlo de manera uniforme.
También es aconsejable que sigas el mismo sentido en que están puestas esas lamas. Tras aplicar una primera capa, déjala secar de acuerdo con las instrucciones del vitrificante.
Luego, repasa el suelo con un estropajo de acero y vuelve a aplicar una segunda capa siguiendo los mismos pasos que con la primera.
El proceso de vitrificación está terminado. Solo te falta esperar a que seque la segunda capa. Luego podrás volver a poner los muebles sobre el parqué.
Es importante que no te saltes ningún paso y que los sigas al pie de la letra, de lo contrario, no te quedará bien el vitrificado del suelo.
En conclusión, te hemos explicado cómo vitrificar el suelo centrándonos especialmente en el de parqué, ya que este es más delicado que los calcáreos de piedra o mármol.
Para estos puede usarse una máquina rotativa, pero no para el primero, que debe hacerse manualmente. Sin embargo, como has visto, no se trata de un procedimiento difícil.
Solo tienes que seguir unos sencillos pasos y finalmente debes saber que el vitrificado va perdiendo fuerza con el paso del tiempo. Por ello, debes repetirlo cuando veas que el brillo del parqué disminuye.